En el año de 1970 arribó a México el maestro Kunio Murayama, quien fuera seleccionado y enviado desde Japón por el Maestro Manzo Iwata como uno de sus mejores alumnos. A partir de ese año comenzó a impartir sus conocimientos en la ciudad de Monterrey, Nuevo león, en donde su basta capacidad como instructor y karateka vino a dar sus frutos en un lapso muy corto de tiempo, llevando a sus pupilos a los primeros lugares estatales, nacionales e internacionales.
En el año de 1970 arribó a México el maestro Kunio Murayama, quien fuera seleccionado y enviado desde Japón por el Maestro Manzo Iwata como uno de sus mejores alumnos. A partir de ese año comenzó a impartir sus conocimientos en la ciudad de Monterrey, Nuevo león, en donde su basta capacidad como instructor y karateka vino a dar sus frutos en un lapso muy corto de tiempo, llevando a sus pupilos a los primeros lugares estatales, nacionales e internacionales.